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Podemos destacar diversos lugares de interés, bellos paisajes entre los que destacan una intensa masa arbórea, llena de pinos y monte bajo, donde podemos encontrar diversas especies como conejos y liebres, zorros, jabalíes, perdices, águilas ratoneras, búhos reales, lechuzas, etc.

Parajes naturales de importante belleza como el Cerro de la Muela, la Mina o el Perrenchin.

Destacar tres ramblas, la de los Calabachos, la de la Esteruela y por último la de Los Ruices, ha dado lugar a un paisaje que bien merece la visita de los aficionados a la geología.

Alrededor de Los Ruices hay, varios pequeños caseríos, todos ellos abandonados y semiderruidos: El Molino del Risco, La Casa Sancho, El Violante, La Cañada de la Peladilla, La Casa del Cabildo, la Casilla Caracol, esta última es la única habitada en la actualidad por la familia propietaria de la finca, y por supuesto La Cornudilla, caserío que merece una mención a parte.

Los antiguos yesares (canteras, hornos y molinos) que se extienden sobre un afloramiento que cubre buena parte del terreno comprendido entre Los Ruices y las Casas del Cabildo, Sancho y Senén, se hallan hoy totalmente abandonados, y en ruinas el Molino del Risco, que abastecía de yeso a buena parte de la comarca hasta la década de los sesenta.
LUGARES DE INTERÉS
LUGARES DE INTERÉS
La leyenda habla de la “maldición” de la Casa del Ruido. Cuentan como al caer la noche se oían ruidos estruendosos de todo tipo procedentes del pozo interior de la vivienda, y cadenas que eran agitadas contra el suelo del piso superior, además de otros fenómenos poltergeist acompañados de susurros.

Los animales también parecían notar lo que en aquella casa se cernía. Tanto los perros como la caballeriza, se inquietaban y agitaban estando en los abrevaderos. Se llegó a un extremo en que los propios moradores, presas del más absoluto terror, se vieron obligados a abandonar la vivienda y trasladarse a las vecinas aldeas.

Todo esto motivó que se hicieran apuestas entre los aldeanos vecinos de unas pocas “perras”, para comprobar quién era capaz de vivir en esta casa y soportar todas sus manifestaciones, pero pocas de las familias que por allí pasaron, lograron estar más de dos semanas seguidas.

Tanto la casa del ruido, como el resto de la aldea, fue abandonada en los últimos tiempos de los años cincuenta. Sus habitantes marcharon, no se sabe si por asentarse en pueblos de mayor expansión y por la soledad que inspiraba esta pequeña aldea o por su condición mágica.

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LA LEYENDA DE LA CASA DEL RUIDO

A mediados de los cincuenta, cuando la aldea todavía estaba habitada y ya al final de su existencia, los "duendes", hicieron una visita a sus moradores, alterando la pacífica vida de estos agricultores y provocando un miedo considerable entre estas gentes endurecidas por la existencia en el campo.

Los testigos que por aquel entonces no eran más que niños, dicen recordar como era frecuente escuchar en el interior de sus casas, en las poco iluminadas noches de aquellas fechas, murmullos procedentes de no se sabe dónde, sombras que deambulaban de un sitio para otro y ruidos nocturnos de extraña naturaleza, todo ello acompañado del natural miedo que se creó entre sus habitantes. Nadie se supo explicar, ni siquiera hoy, que motivó aquel episodio.
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LA CORNUDILLA Y SU ENTORNO

Tiene una pequeña área de recreo con merenderos. Se trata de un pequeño pueblo de principios de siglo, abandonado y olvidado en la actualidad, pero que sigue reclamando su pequeño espacio en la historia de lo paranormal. Este pequeño pueblo valenciano, que desconocido como es, a mantenido su pequeña historia y las pocas casas que quedan en pie, a salvo de todo ello.

La Cornudilla, que apenas aparece en ningún mapa, forma parte del término municipal de Requena y está circundada por las aldeas de los Marcos y Los Ruices, cuyos únicos habitantes conocen su peculiar historia.

Caminar por esta aldea no despierta hoy día la más mínima sospecha de lo que pudo haber ocurrido en el pasado, siendo un lugar tranquilo y silencioso, roto tan sólo por el balar de las ovejas de algún pastor vecino o el ocasional tránsito de los tractores que pasan por su, actualmente, allanada calle principal que divide la aldea en dos mitades. El lugar es apacible en su conjunto, está rodeado de montes y viñedos y a tan solo treinta metros se encuentra la rambla de los caballeros procedente del río Cabriel, que ofrece un panorama ideal para cualquier campista.

En la actualidad existen pocas viviendas sanas, dos o tres a lo sumo, que forman lo que se podría llamar, el núcleo principal de la aldea, las restantes diseminadas por los alrededores, solo mantienen su estructura, excepción hecha de un enorme corral usado antaño para cobijar el ganado y que se ha sustentado incólume al paso de los años. A unos 25 metros del resto de la aldea, existe una pequeña casa, deteriorada en su mayor parte, que se nos antoja, al mirarla, ajena a la Cornudilla, esta casa llamada por los lugareños, la "casa del ruido" desempeña, como veremos más adelante, un papel principal en la leyenda maldita de ésta aldea.

Conocer la historia exacta de La Cornudilla no resulta tarea fácil. Su leyenda recoge misteriosas manifestaciones paranormales. A pocos metros de las demás viviendas, se halla la conocida “Casa del Ruido”, de la que hoy sólo quedan dos muros, pero en la que todavía se puede apreciar su estructura interna, que parece poseer, al contemplarla, una personalidad propia extraña al resto del conjunto, o al menos así no lo dicta la imaginación.

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